miércoles, 17 de diciembre de 2014

Instrucciones para cantar - Julio Cortázar

No soy un asiduo lector de Cortázar, de hecho sólo recuerdo haber leído su Continuidad de los parques -muy bueno, por cierto-. Pero hoy me encontré con un relato corto suyo entre las miles de citas que le hacen en las redes sociales y me parece que vale la pena compartirlo en este espacio.
Instrucciones para cantar (de la sección Manual de instrucciones, del libro Historias de Cronopios y de Famas) ilustra a la perfección y de una manera bastante graciosa, a mi parecer, mis vivencias como estudiante de canto, cantante y, más recientemente, profesor de canto.

Empiece por romper los espejos de su casa, deje caer los brazos, mire vagamente la pared, olvídese. Cante una sola nota, escuche por dentro. Si oye (pero esto ocurrirá mucho después) algo como un paisaje sumido en el miedo, con hogueras entre las piedras, con siluetas semidesnudas en cuclillas, creo que estará bien encaminado, y lo mismo si oye un río por donde bajan barcas pintadas de amarillo y negro, si oye un sabor de pan, un tacto de dedos, una sombra de caballo.
Después compre solfeos y un frac, y por favor no cante por la nariz y deje en paz a Schumann.

miércoles, 2 de abril de 2014

¿Inesperadamente sociólogo?

Este lunes, 31 de marzo, terminaron las preinscripciones en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV. Mi hermana menor, Irina, se pensaba inscribir; para esto, debía realizar un depósitoBs. 254 antes del sábado; tuvo problemas con los benditos cajeros automáticos y terminó haciendo un solo depósito de Bs. 250, luego depositó cinco bolívares más -ustedes saben, por no dejar- y después otro depósito con el monto correcto.
Ella no podía hacer el registro online, así yo lo intenté el sábado... como tampoco pude, me comuniqué por email con el soporte técnico y recibí por respuesta un mensaje automático que, entre respuestas a varias FAQs, respondieron mis dos dudas:
  • Por qué no podía registrar el voucher del depósito con el monto correcto y,
  • Qué podíamos hacer con los otros dos.
Lo primero era simple: los depósitos realizados el viernes serían desbloqueados para su registro el día lunes, después del mediodía. Para lo otro debía enviar un correo con los vouchers escaneados y el asunto "MAS DE UN DEPOSITO", para que ellos lo revisaran y me permitieran inscribirme.
¿Recuerdan lo mucho que me interesa la sociología?. Bien, tenía ganas de estudiar la carrera en algún momento de mi vida, después de graduarme de Educador... pero, cuando estaba viendo la información en la página, vi una nota que decía que algunas carreras no están disponibles para profesionales (egresados), entre ellas, Sociología. Adivinen quién decidió entonces usar los vouchers que sumaban Bs. 255... Ajá, sí... yo fui.
Envié el correo según las instrucciones... no recibí respuesta inmediata, a diferencia de la primera vez; eso quería decir que sería una persona quien me respondiera, y no un bot. Le pedí a Dios que fuera lo que Él quisiera y esperé respuesta de soporte técnico todo el fin de semana, y toda la mañana del lunes. Cuando por fin me respondieron, eran las 2:24 PM y el correo decía:
Estimado aspirante

Podrá inscribirse después de las 12m del día de hoy SOLAMENTE, con el vouchers de número mayor, de persistir el problema diríjase a la Coordinación Académica en la Escuela de Derecho hasta las 3pm para realizar su inscripción.
Intenté unas tres veces, sin éxito... así que, con los tapones volaos' les respondí:
¿Se dan cuenta de que me están diciendo que debo ir a la UCV media hora antes de que termine el horario de atención? Hoy Caracas está trancada en varios puntos... Vivo en Las Minas de Baruta, ni que tuviera moto llego. Sí, persiste mi problema... ¿No podré inscribirme entonces?
Su respuesta, que no se hizo esperar, fue una dulce cachetada que me hizo sentir tonto. Enviaron el mismo correo de las FAQs, resaltando un solo párrafo:
El día 31-03 estaremos trabajando de 9am a 3pm en la Coordinación Académica en la Escuela de Derecho para realizar su inscripción sí prefiere acercarse a nuestra oficina. Lea detenidamente las siguientes indicaciones, son muchos los correos que nos llegan y los vamos resolviendo todos, le pedimos paciencia.
Me sentí tan tonto que no les escribí más nada.
Para sorpresa mía, me escribieron más tarde diciendo que intentara después de las 6:00. Sentí como un fresquito, le dí gracias a Dios... y, apenas fueron las 6:00, volví a intentar. Esta vez tuve éxito. Como tenía la posibilidad de seleccionar tres opciones de carrera, puse en la planilla 1) Sociología, 2) Letras y 3)Comunicación Social (las últimas dos me parecen carreras bonitas, por eso las puse).
Cuando se lo conté a mi amigo Rafael, me dijo «Suerte con eso... no con quedar, porque eso es probable. Más bien, si quedas, ¡suerte con eso!»... ciertamente, no ha de ser fácil estudiar dos carreras al mismo tiempo -yo admiro a quien lo hace-, pero si Dios me permite quedar en la UCV, él proveerá los medios... lo demás, queda de mi parte. Deséenme éxito.
Hasta la próxima, amigos invisibles. Abrazos para todos y besos para quien corresponda.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Devaluación en Venezuela

La sociedad venezolana es grande y compleja, como la mayoría de las sociedades actuales. Es un organismo compuesto de muchos grupos sociales, algunos de ellos tan especializados que llegan a ser gremios establecidos. Para empezar, definamos el concepto de sociedad:
«Red de relaciones sociales que se establecen entre seres humanos que comparten un determinado espacio social». Fernández (2003)
En este caso, el espacio social excede las fronteras geopolíticas de Venezuela, siendo que hay miles de hermanos en el exterior. También es oportuno aclarar que los miembros de un grupo social, según Chinoy (1975), se ven unidos unidos por un sentido de identidad o semejanza de intereses que les permite diferenciar a los que de quienes no lo son. De modo que podemos decir que los miembros de nuestra sociedad, cumplimos con roles especializados y, como individuos, dependemos inevitablemente de miembros de grupos sociales diferentes a aquellos en los que participamos para poder suplir todas nuestras necesidades; en una sociedad como la nuestra opera la solidaridad orgánica, como base de la cohesión y solidaridad grupal.
Es por todo esto que la participación de los venezolanos en el escenario político actual (que para nadie es un secreto cuán tenso es), debe responder a su rol específico; el mío es el rol de estudiante universitario y, como tal, hoy expreso mi inconformidad con el gobierno. Mi intensión no es parlotear como quien cree tener en sus manos la respuesta a todos los problemas, tampoco pretendo hacer un análisis de la realidad socio-política de Venezuela, sino sólo una aproximación al tema y exponer la situación particular en la que me encuentro y con la que, considero, se pueden identificar la mayoría de los estudiantes universitarios. A continuación, mis argumentos: 

Soy estudiante venezolano de Educación Musical en el Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez, me formo como Músico en el Conservatorio Nacional de Música Juan José Landaeta y, gracias a esta maravilla llamada revolución, gozo del beneficio de una beca de Bs. 1000 mensuales, que me fue aprobada en septiembre de 2013. Eso es algo por lo que debería agradecer al "Supremo" (No, no hablo de Dios y por eso está entre comillas), al Señor Presidente Nicolás Maduro, al socialismo y a la Revolución en general, ¿cierto?... ¡Pues, no! La beca no es algo que me dan por gracia, es un derecho mío y la justifico trabajando por mi universidad, para que ésta mejore en beneficio mío y de mis compañeros (cosa que sí estoy dispuesto a hacer sin recibir nada a cambio, porque es mi deber como estudiante). Además, desde septiembre 13' hasta febrero 14' me correspondería haber recibido 6 mensualidades, pero la realidad es que sólo he cobrado dos... ¡Sólo dos!. Mientras tanto, yo debo pagar pasajes todos los días (Vivo en Las Minas de Baruta, mi universidad está en La Urbina y el Conservatorio en Chuao), así como libros, copias, impresiones e internet todos los meses... Grosso modo, en un día normal de clases gastaba, hasta la semana pasada, Bs. 30 en pasaje, y unos Bs. 10 en papelería; aparte, pago Bs. 200 mensuales por un servicio de internet de 2048 mb de datos en mi celular, a una velocidad que, si Venezuela y su inseguridad le dan chance, terminará matándome del stress... de modo que, excluyendo cualquier gasto más allá de eso y fingiendo ser una momia los fines de semana, en unos 25 días de clase que tiene en promedio un mes, gastaba Bs. 1200 (hasta febrero). 
Bien, no pido que una beca me permita mantenerme sin trabajar... Pero cualquiera esperaría que fuera suficiente para el pasaje y las copias, al menos; sin hablar de esperar que la pagaran a tiempo, claro. No contentos con esto, esta semana "mis mil bolos" equivalen, aproximadamente, a unos Bs. 220 de los que podría haber tenido la semana pasada. De manera que si yo, haciendo uso de la fantasía de quien espera al Niño Jesús en julio, creyera que mañana tendré en mis manos lo correspondiente a la deuda que nuestro Super Gobierno me debe en cuestión de beca, es decir Bs. 4000, eso no equivaldría aún a lo que habría representado solamente la mensualidad de enero en su momento. Recibo, y no por gracia, migajas revolucionarias con las que pretenden devaluar mi dignidad... Dicho esto, ¿Debo agradecer la magnanimidad del Gobierno, que tuvo a bien becar a este pobrísimo estudiante? 
P.D.: Sepan todos que, una vez que termine el período académico que estoy cursando, dejaré de estar en la nómina de becarios, pues decidí no renovar mi solicitud. Dios proveerá; él es el único y verdadero ser Supremo (nótese la ausencia de comillas). Abrazos para todos, besos a quien corresponda. 

Abraham Medina 

REFERENCIAS


Fernández Palomares (2003). Sociología de la Educación. Madrid: Pearson Educación, S.A.

Chinoy, Ely (1975). Introducción a la sociología: Conceptos básicos y aplicaciones. Buenos Aires: Editorial Paidos.

viernes, 31 de enero de 2014

Como nuevo, e incluso mejor

Hoy fue un día un tanto agitado... tenía tres citas programadas:

  1. Buscar mi cuatro, el lugar pautado: el taller de Humberto Lobo, en Sarría.
  2. Una grabación en la UCAB junto con Laura y Ángel, como colaboración para la tesis de Rogsel Castillo (véase Una tarde inesperadamente musical.).
  3. Un ensayo para un proyecto relacionado con la Compañía Nacional de Circo, en Chacao, con Juan Peres, Ángel, Laura y otros muchachos.

Todo estaba planificado con un muy pequeño márgen de error. Así que fui a buscar el cuatro, como lo acordé con el luthier el día de ayer, a las 10:00 AM, pero cuando llegué al taller, el cuatro no estaba listo: le faltaba el micrófono, el señor Humberto lo había olvidado... he ahí el primer retraso para mi meticuloso plan. Aunque no todo era malo: pude aprender a hacerlo yo mismo. Primero había que abrir el hoyo para instalar el micrófono y ajustar el conector hembra de 6.3 mm, él me entregó el cuatro y me dijo que lo sostuviera en lo que el tomaba el taladro, ajustaba la mecha y, mientras lo conectaba al tomacorriente, me dijo «No vaya a gritar... yo casi nunca dejo que el dueño del instrumento esté aquí cuando hago esto: la otra vez un tipo se puso a gritar como si le estuviese taladrando la mano»; no pude sino reirme. No estuvo nada mal, me dí cuenta de que la madera de mi cuatro tiene un aroma dulce, creo que es cedro (la oscura). Me explicó todo el proceso y me dijo que me animara a hacerlo, así podía ganarme "unos realitos".
Una vez listo, le puse sus cuerdas originales, que había guardado y las llevé ese día, porque no tenía platica para unas nuevas (además, esas habían salido muy buenas). lo afiné mil veces y lo probamos con un amplificador. De verdad quedó muy bien, su sonido acústico era incluso más cálido y redondo que antes.
De ahí salí corriendo para el metro, llamé a Ángel y a Laura... pero ninguno estaba listo. Me compré un pan dulce y fui a casa de Ángel, cuando llegué se estaba bañando y Laura no había vuelto a dar señales de vida; Ángel abrió la puerta y me dejó pasar, luego se fue a terminar de arreglar... Dio mil vueltas, mientras tanto yo le enviaba algunas fotos del cuatro a mi papá. Lo cierto es que tuvimos que cancelar nuestro encuentro con Rogsel, porque se nos pasó la hora... con mucha pena nos comprometimos a enviarle luego las canciones que necesitaba.
Pasadas las 2:00 PM, estábamos en una mesita del Boulevard de Sabana Grande, Ángel, Evelyn, Laura y yo, con un litro y medio de agua y un pasticho, almorzando antes de irnos a ensayar en Chacao.
El ensayo se retrasó bastante, y debo decir que eso me molestó mucho. Aún así fue bueno... hay que ver en qué queda eso.
¡Ah, ya escogí un nombre para el cuatro!, es "Kobe Waráne", que en warao (dialecto de una tribu indígena venezolana), significa "Corazón Hablando/Hablante". Es un nombre poco común y quizá excéntrico... pero va muy bien con él y su sonido cálido.
Si alguna vez necesitan un luthier aquí en Caracas, les recomiendo a Humberto Lobo.
Hasta luego, amigos. Abrazos a todos, besos a quien corresponda.